jueves, 20 de marzo de 2014

DESHACIENDO

La verdad es que encontrar la casa y comprarla fue rápido, nos gustó y tuvimos un pálpito, una especie de intuición. Pero el día que nos dieron las llaves y fuimos a verla nos sentimos bastante agobiados... las humedades, la cubierta llena de agujeros, el pajar destrozado...eran tantas cosas que nos bloqueamos...¿y si nos habíamos equivocado? Parecía claro lo que había que hacer, pero ¿cómo? ¿cuándo? No sabíamos por donde empezar ni a quién pedir ayuda...sabíamos que arreglar la cubierta era esencial, pero nos parecía una tarea titánica y necesitábamos a alguien con experiencia.... encima no contábamos con mucho presupuesto porque habíamos gastado gran parte de los ahorros en comprar la casa, en fin, pasamos mucho agobio y nos preocupaba mucho que se hundiera del todo, pero tuvimos una suerte ENORME de contactar con Manuel y Enrique- del estudio de arquitectura Novadomus Hábitat- y un día de viento, nieve y frío les enseñamos la casa, nos dijeron qué hacer y cómo empezar, y vimos tan claro que iban a ser de gran ayuda que decidimos poner esta primera fase completamente en sus manos.
Una vez decidimos cómo iba a ser la nueva cubierta (os lo cuento en el próximo post)  había que comenzar a desmontar con muchísimo cuidado. Lo primero y más peliagudo era quitar tejas, barro (que había debajo de las tejas a modo de aislante) y la antigua estructura de cubierta que estaba hecha de palos y ramas de una forma muy rudimentaria y precaria. El equipo de Novadomus Hábitat; Manuel, Enrique, Oscar y Jorge,  lo hicieron con sus propias manos y con un cuidado extremo hasta dejar la casa completamente "descapotada". Recientemente me contaban Oscar y Jorge lo difícil que fue esta fase y lo peligrosa que resultó en muchas ocasiones.
Os dejo con fotos que hicieron cuando desmontaban la vieja cubierta y pronto os cuento más...
(en la última foto se ve la llegada de los rollizos de madera que serán la estructura del nuevo tejado)






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